El día 21 de agosto de 2017 se presentó un eclipse solar que se pudo observar en varias partes del mundo. Pero más allá de lo bello del espectáculo, que cautiva la atención de muchas personas, hubo un evento de interés científico en simultáneo con el fenómeno astronómico. El experimento en cuestión, fue llevado a cabo por parte de la NASA y pretende resolver algunos interrogantes relacionados con la vida en otros planetas, como Marte.

El Proyecto “Globo” pretende, en primer lugar, enviar globos que graben, transmitan en directo el fenómeno a través de la página de la NASA y recolecten datos de interés científico. Las personas encargadas de lanzar los globos se organizaron en un total de 55 grupos que incluyen estudiantes pertenecientes a universidades y colegios de Estados Unidos.

Se estima que fueron lanzados a través de la atmósfera unos 70 globos de 8 pies de altura e inflados con helio. Están diseñados para llegar a una distancia de unos 85.000 pies en aproximadamente unos 80 minutos, tiempo para el cual se espera que simplemente exploten debido a la baja presión atmosférica.

Entre los experimentos que se llevaron a cabo dentro del proyecto “Globo”, se encuentra la recolección de datos relacionados con las nubes y el clima. Adicionalmente, y lo que quizás llama más la atención del proyecto, es que la NASA envió bacterias resistentes dentro de los globos. ¿Por qué? Bueno, resulta que las condiciones de temperatura y presión a 85.000 pies en la atmósfera de la tierra son similares a las encontradas en la superficie de Marte (temperaturas, presión atmosférica y niveles de humedad relativa bajos, mas radiación ultravioleta y cósmica). De esta forma, se podrá saber acerca de los mecanismos usados por los microorganismos para sobrevivir a las condiciones adversas del planeta rojo.

Una vez finalizado el experimento, los científicos recolectarán datos que les permitan observar posibles efectos genómicos derivados de las condiciones presentadas en Marte. Este microorganismo enviado sirve como modelo para inferir cómo el resto de las bacterias podrían reaccionar a las características del planeta estudiado. De esta manera, los Astrobiólogos de la NASA podrán entender los límites ambientales para la vida terrestre, en el marco de la búsqueda de vida en otros planetas.

Ahora nos queda esperar a que la NASA analice la información recolectada y nos cuente qué tanto puede esta aportarle a los conocimientos que se tienen actualmente sobre el planeta Marte, y si los datos recogidos permiten o no suponer la existencia de vida extraterrestre en algún lugar del universo.

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